Estadísticas

martes, 29 de septiembre de 2009

OTRA ESCUELA,¡ENHORABUENA!



EL AULA, HA QUEDADO PRECIOSA



El pasado 25 de septiembre, en Santa Anastasia, sucedió otro hecho muy importante.

En el curso 1961/62, había tantos niños, que D. Domingo, no pudo admitir a todos los que estaban en edad escolar, por no disponer de espacio en su escuela, por ejemplo a Rafael Romeo y Antonio Recaj, recién llegados al pueblo.

Construyeron dos escuelas nuevas, llegaron dos nuevos maestros y todos los niños pudieron ser escolarizados.

El pueblo continuó creciendo, cada día más chavales y chavales llenaban sus calles, los adolescentes empezábamos a ser jóvenes y rondábamos cerca de los 700 habitantes.

El envejecimiento de la población, la falta de viviendas, las nuevas tendencias de tener pocos hijos, las concentraciones escolares........ hizo que las escuelas poco a poco se fuesen quedando vacías, funcionado solamente dos unidades.

El 25 de septiembre de 2009, en plena celebración del cincuentenario de Santa Anastasia, una nueva escuela, a abierto sus puertas, ¡enhorabuena a todos!.

En las escuelas de abajo, el Ayuntamiento ha realizado una reforma integral de las mismas: Calefacción, nuevos techos, electrificación, persianas, suelo de tarima, pintado, etc. Han quedado preciosas, huelen a nuevo, como las de arriba en el 59.

Una clase se utiliza para infantil, la otra está prevista para guardería y entre las dos, un espacio equipado para comedor, comedor que los padres esperan poder utilizar muy pronto.

12 niñ@s , bajo la atenta mirada de su profesora Marta Aguerri, inauguraron la escuela:

De 5 años: Pablo, Josue y Miguel Rivera.

De 4: Roberto, Adrián, Miguel Casanova, David Gómez, y David Gracia.

Abel, Oscar y Borja de 3.

Veo que falta uno, claro, como estaría la Luna, o el agua de Fontanazas, para que sólo vaya una niña entre los doce, me refiero a Lucía, que forma parte del grupo de tres años.

Repito, enhorabuena a todos, y a disfrutar de las nuevas instalaciones.

AULA, PARA FUTURA GUARDERIA

viernes, 25 de septiembre de 2009

HOY ES UN GRAN DIA

Verano de 1959, mi madre nos vestía conjuntados
“Quiero que estas líneas se conviertan en un pequeño homenaje para todos los padres, pero en especial, para Jesús Lasobras e Isabel Pina, mis padres, porque hoy, 25 de septiembre, hace 50 años que lo abandonaron todo, para ir a vivir a un nuevo pueblo llamado SANTA ANASTASIA”

Hoy es el gran día.

Mi madre se ha pasado toda la noche llorando, y mi padre consolándola. Llora no sólo por abandonar su casa del barrio de las Eras en Ejea, - cuánto esfuerzo os costó levantarla con vuestras propias manos -, sino porque abandona a sus vecinas, a sus familiares, a sus amigos, y algo muy importante, abandona la idea de marcharse a vivir a Barcelona con sus padres y hermanos.

Muy temprano, mi hermana Conchita y yo atendemos a las explicaciones de mis padres. Nosotros estamos un poco aturdidos y despistados. ¿Dónde vamos? Nos vamos a vivir a Santa Anastasia, han pasado las fiestas de Ejea y tenemos que irnos, ya no podemos esperar más.

No va a ser un viaje como otras veces. Esta vez tenemos rumbo fijo a un destino elegido por el azar, un viaje que anteriormente han realizado otras familias, desde Ejea, Ibdes, Nuévalos, Rivas…. y bastantes van a emprender el mismo viaje dentro de pocos días.

Viernes, 25 de septiembre de 1959. Mi padre, ha salido un poco antes en un tractor y un remolque con los enseres, - que por aquellas fechas supongo no serían muchos -. Después, en otro tractor y remolque conducido por Alfonso Barrena, que va a trabajar a los pueblos, vamos nosotros: mi madre, mi hermana Conchita y yo.

Mi madre, cierra la puerta, y se sienta en el pescante. Ella sigue llorando y mira, en silencio, por última vez su casa vacía de las Eras. ¡Qué desolación! ¡Adiós vecinas, adiós familia! Hasta siempre. No sé si la decisión es buena o mala, pero es lo que hay. Me voy muy triste y apenada. Ojalá no me arrepienta nunca. - pasado el tiempo nunca observé arrepentimiento por parte de mis padres -.

¿Qué le pasa a mi madre por la cabeza en el viaje hacia Santa Anastasia? ¿Cómo se siente? - yo nunca le pregunté esto, en voz alta, a mi madre. No sé si porque veía normal nuestra marcha a Santa Anastasia o por miedo a escuchar su respuesta.

No hablamos mucho durante el viaje, por momentos parece que estamos allí, sentados por compromiso, sin saber que está sucediendo en nuestras vidas.

No puedo dejar de mirar a mi madre, desde su regazo puedo ver su rostro algo triste y acongojado, la mirada algo perdida…. pero yo veo al ser más bello de mi pequeño universo. Ella no le quita la mirada a su hija Conchita, piensa que en alguno de esos baches, se va a soltar el tractor y el remolque, continuando cada uno por su lado.

Cada vez que puedo, levanto la mirada directamente hacia su rostro, que me sigue pareciendo perfecto, sus gestos hacen sentirme en el cielo.

Pero no sólo mi madre y yo tenemos esas miradas de complicidad. Cada familia tiene su aventura, su sueño, su ángel…….Mi padre, demasiado tiene el pobre con preparar el traslado y seguir trabajando en Alpuema. Muchos padres están pasando por la misma situación que el mío.

Mi madre me lleva rebozado con un viejo tabardo de mi padre y envuelto en una toquilla, no quiere que se resfríe su hijico, al que tanto mima. Mi hermana Conchita, en el otro tractor, también va muy abrigada, mi madre tampoco quiere que caiga enferma.

Ya llevamos un buen rato en el remolque, supongo que llegaremos pronto a Santa Anastasia. Aún no hemos llegado y ya me siento diferente, ya no están mis abuelos Luciano y Matea, ni mis primos Eduardo y Angelito, ni mis amigos. Acabo de llegar y ya los echo de menos. ¡Que suerte!, voy a ver a mi tío Pedro “El guardia”, mi tía María, Avelin, Mª Jesús y Angelito.

Las calles, las casas, las aceras, las plazas, los árboles e incluso el aire..............todo, todo es diferente del barrio de las Eras.

Nos espera mi padre. Está con Eusebio “Muermo”, intentando subir una armario a las habitaciones de arriba. ¡Vaya, no cabe! y lo dejan en el cuartico de abajo. Entramos a nuestra casa, pero si es un palacio; pero si tiene agua ¡qué bien mi madre ya no tiene que ir al lavadero a lavar la ropa, ni a buscar agua a la fuente para beber!, ¡anda, sino sale agua!, no os preocupéis, tarde o temprano llegará; pero si tenemos una habitación para cada uno, - mamá yo quiero esta habitación que desde aquí se ve el reloj de la torre de la Iglesia; pero si tiene retrete.

¿Y mi hermana Conchita? Ella está enmudecida, no sé si por la impresión de ver una casa tan grande o porque siente miedo ante lo desconocido y eso que ya vive en el pueblo una de sus mejores amigas, nuestra prima Mª Jesús. - Mi hermana Oli era diferente, más habladora, más marimandona, pero estaba en Barcelona. Estoy seguro de que si hubiese estado en la casa no me hubiese dejado elegir la habitación que daba a la calle. ¡Los empujones que me daba, en Ejea, bajando la cuesta para no llegar tarde a la escuela! -

Aquí no conocemos a nadie ¿qué va a ser de nosotros y de nuestros padres?

- Ya estás llevando a los chicos a la escuela, que hay maestros, le dijo la Felisa a mi madre.
- ¿Con esta agua que cae?, ni loca.
- Cogemos un paraguas cada una y los llevamos.

Yo me agarro muy fuerte a la mano de mi madre. ¿Y esta señora quién es? Esta señora tan lanzada, iba a ser nuestra vecina para toda la vida.

En la escuela me siento al lado de Domingo Choliz, cerca de Alfonso Barrena, de Angel Pérez, de Fernando Ladrero, de Ramón Villanueva, de Julito Rebollo…….. y no deja de llover.

Son nuevos compañeros, que pronto se convertirían en amigos. Nuevo maestro que durante cuatro años sería mi profesor. En la nueva escuela se respira un aire con sabor a nuevo, nuevos momentos, no sólo para mí, sino para ese grupo de chavales que poco a poco vamos a llenar los pupitres, el aula y el recreo.

Mientras en casa, mi madre saca, con un cariño especial, la vajilla que ha traído desde Ejea en unos canastos. Como si fuese un tesoro va colocando cada pieza en el armario, que mi padre le ha comprado en el Palacio del Mueble. Cada taza, cada plato, cada vaso le trae un recuerdo.

La ropa que lleva en un baúl, la saca con el mismo ritual que las vajillas. Cada sábana, cada toalla, cada prenda de sus hijos, de ella o de su marido las mima antes de colocarla en el armario.

- Jesús, hay que encender la cocinilla para hacer la comida.
- Espera, estoy acabando de soltar las gallinas.

A la una, mi hermana Conchita y yo, volvemos a casa de la escuela. Mi hermana cabizbaja, la noto algo triste y yo muy contento de ir a la escuela. Siempre me habían gustado los libros.

¡Ummmm cómo huele al llegar a casa! Sopa de estrellas y pollo que había matado, mi madre, el día anterior en Ejea, de los criados para las fiestas. Han sobrado unos cuántos y uno acaba en la sopera. Las gallinas y pollos dan cuenta de las hierbas que, en gran cantidad, hay en el corral.

Por la tarde, no vamos a la escuela, las velas y el candil están preparados para pasar la primera noche en Santa Anastasia. Los dos hermanos queremos ayudar a colocar las cosas, pero no nos dejan.

He observado varias veces la cuadra, el granero, las habitaciones, el retrete, el cuartico, la cocina…….. Saboreo cada una de las cosas que voy descubriendo, - Conchita mira, mamá mira, papá mira…….. Desde mi ventana observo con paciencia que pase alguien por la calle, aunque en realidad veo el infinito, más allá de toda frontera que se le pueda poner a mi imaginación…..con ella atravieso mares, montañas, países.

Desde la ventana, tengo todo el tiempo del mundo para soñar, para alimentar mis deseos y así en un futuro poder llegar a ellos, abro los ojos….la casa de Castro, de la María la Riverana, la torre de la Iglesia, pero nadie me va a arrebatar mis sueños, los mismos sueños que tiene cualquier recién llegado a un nuevo pueblo.

Por la noche dormimos en un colchón, en el comedor, mi madre, mi padre y yo. Mi hermana Conchita se ha ido a dormir a casa de mi tío Pedro “El Guardia”, pero sólo hasta las 12 de noche. Hay luna llena y mi tío tiene que traer a mi hermana a nuestra casa porque no para de llorar. Es la primera vez que duerme sin sus padres, sin su hermano, en una casa diferente y ella tiene mucho miedo. Quiere venir a dormir a nuestra casa y sentir cerca a mis padres, ¡tan solo tiene 9 años! Hoy dormimos los cuatro juntos, me siento feliz, pero también añoro ciertas cosas.

Cuando mi madre, apaga la vela, cierro los ojos para disfrutar al máximo de mi mundo de fantasía, irreal pero perfecto al mismo tiempo. Todos los habitantes del nuevo pueblo son felices. A mi imaginación le crecen alas y me invita a soñar despierto ¡Que sensación tan maravillosa!

- Jesús, ¿Ya te has olvidado de tus abuelos, de tus primos, de tus vecinos, de tu colegio, de tu esbalizaculos de las Eras…? pero ya duermo plácidamente.

Cuando me despierto la luz entra por la ventana, es sábado y no hay escuela….vaya sueño que he tenido mamá. – Cuéntamelo hijo:

- Estaba flotando en una nube, habíamos venido a un pueblo nuevo, oculto para muchos, conocido por pocos.
- Hijo no me vengas con fantasías.
- Si mamá, un destino sin dirección, todas las calles parecían iguales, con entrada libre para todos aquellos que querían construir un pueblo, hacer un pueblo, trabajar, verlo nacer, verlo crecer, disfrutarlo, sufrirlo…….todos habíamos llegado a este mágico sitio con un sueño, con una meta, todos caminábamos hacía ellas.
- ¡Despierta hijo!, tú confundes el dormir soñando, con el soñar despierto…. ¡Anda! y si eso fuese algún día realidad.
- No mamá, de verdad fue un sueño, o tal vez he soñado despierto, tengo siete años a punto de cumplir ocho, ¡Uhhhhh!, no se lo que digo.

A mis padres, a vuestros padres, toda esa historia les parecía una locura, pero también soñaban despiertos. Ellos también se liberaban por un momento de sus ocupaciones y al igual que me había pasado a mí aquella primera noche en Santa Anastasia, comenzaban a vivir la magia de los sueños.

Sábado, 26 de septiembre de 1959. Mi abuelo Luciano llega a Santa Anastasia, va a organizar la recolección del maíz que había sembrado Colonización.

Lunes 28. Mi padre, se va a Ejea a trabajar en Alpuema. Mi madre sigue organizando la casa y conociendo a sus vecinas. Mi hermana Oli, está en Barcelona ¡Cuánto te echábamos de menos! El resto continúa haciendo pueblo.

Hoy no puedo contener las lágrimas acordándome de esos momentos y de esos cientos y cientos de colonos, hijos de colonos, padres de colonos, del Bayo, Bardenas y Santa Anastasia, que pasaron por lo mismo que nosotros. Hoy, podemos presumir de ser de los pocos afortunados que hemos visto nacer un pueblo.


La familia al completo, unos años más tarde

miércoles, 23 de septiembre de 2009

FOTOGRAFIAS DE LA PRESENTACION DEL LIBRO

En el siguiente enlace, podéis ver algunas de las fotos, del día de la presentación del libro "Santa Anastasia-Sin caer en el olvido".
En Santa, tened un poco de paciencia para abrirlo, porque sabéis que la conexión va algo lenta.

http://picasaweb.google.es/JesusLasobrasPina/PRESENTACIONLIBROSINCAERENELOLVIDO?feat=directlink

martes, 22 de septiembre de 2009

PRESENTACION LIBRO-3

Tal y como os comenté días pasados, intentaré ir contando como se fueron fraguando diversos aspectos del libro, empiezo comentando, él por qué del título, la portada y la contraportada.

Alguno de vosotros, seguro que, os habéis preguntado él por qué del título. No fue fácil. Uno vez escrito el libro y antes de llevarlo a la maquetación, tuve que decirme por un título para el libro.

Entre los títulos sonaban los nombres de: “Santa Anastasia 1959-2009”, “Historia de Santa Anastasia”, “Un tiempo para la nostalgia”, “Los años vividos”, “Pioneros de Santa Anastasia”, “Recuerdos felices”, “Sin caer en el olvido” y alguno más que en este momento no recuerdo.

Tuve muchas dudas a la hora de decidirme por uno de ellos, en un principio, el título iba a ser "Un tiempo para la nostalgia".

En el último momento, mi hermana, Angela Labordeta y yo decidimos que el más apropiado era “Sin caer en el olvido”, porque este libro iba a servir para no caer en el olvido de los momentos vividos en Santa Anastasia por todos vosotros.

Me hacía especial ilusión, que apareciese por alguna parte Santa Anastasia, por ello le añadimos a última hora el nombre del pueblo, espero que a todos vosotros os haya gustado la elección, de “Santa Anastasia-Sin caer en el olvido”.

En cuánto a la portada, también tuve muchas dudas. Tampoco fue fácil. Al principio pensé en poner una foto antigua de la iglesia de Santa Anastasia, pero no encontré ninguna en formato vertical que me gustase para ponerla como portada.

También hice varios collages con diferentes fotos de las que vosotros me habíais dejado para ponerlas en el libro, pero el diseño no quedaba limpio, y resultaba difícil ver tanta fotografía junta.

Al final pensé ¿Por qué no pongo esta fotografía mía que estoy delante de la pila de abrevar los animales? La fotografía era representativa de la moda de principio de los 60 y el diseño quedaba bastante bien, esas sandalias con calcetines y esos tirantes encima de la camiseta, daban la imagen, de la época.

Ahora ya sólo quedaba elegir el tipo de letra, el color de la letra y el sitio dónde colocar el título y el nombre del autor.

Vosotros pensaréis que todo eso es muy fácil, pero a mí me llevó horas y horas, pensar cómo quedaría mejor. Llevaba siempre en mi maletín, los dos o tres últimos diseños que había hecho, todavía aún sin decidir porque todos me gustaban por un igual. Cuántos correos Isa, fueron necesarios, hasta que nos decidimos.

En cuánta a la contraportada, lo tenía muy claro. Era y es un homenaje a mi padre. Pues es la coplilla que cantaba cuando iba a trabajar al campo.






“Santa Anastasia
no me la nombres,
que está muy lejos
y es cosa de hombres”





Quiero seguir dando las gracias, por todas las muestras de afecto y cariño que estoy recibiendo estos días y por todos los comentarios del libro. También quiero daros las gracias porque el libro existe gracias a vosotros, y se ha hecho importante para mí porque vosotros lo estáis leyendo, alguno incluso con lágrimas en los ojos.

Por último, recordar a mis vecinos de la Calle Corta, la familia Laura-Gil (que para nosotros son parte de nuestra familia), porque ayer hizo 50 años que vinieron a Santa Anastasia: Eusebio, Felisa y Mariano, cómo bien ha dicho su hijo Carlos en uno de los comentarios de este blog.


jueves, 17 de septiembre de 2009

PRESENTACION LIBRO-2



“Hace años soñaba con la idea de recoger el testimonio de mis padres sobre su llegada a Santa Anastasia en septiembre de 1959. Muchas veces nos habían contado…….Por eso, yo quería recoger esos testimonios escritos para poder conservarlos”

Así es como comienza la introducción de “Santa Anastasia – Sin caer en el olvido”. Muchos me preguntaréis él por qué he elegido este momento. Es muy sencillo.

Desde hacía unos años, mis amigos y yo pensábamos en una serie de actos para la celebración del 50 aniversario de la llegada de los primeros colonos a Santa Anastasia, ya que nosotros habíamos vivido parte de nuestra infancia, juventud y adolescencia en este pueblo.

Habíamos pensado en muchas cosas: en arreglar la estanca y llenarla de cisnes; en representar la obra de teatro “Los Herederos”, ayudados por nuestros hijos; en reunir al Conjunto los Kemp; hacerles un homenaje a D. Domingo, Dª Pilar, Mosen Carlos, D. Angel, D. Ramiro, D. Antonio, Dª Carmela, D. Luis, Dª Elena, D. Alberto Serrá, Mosen Angel……y algún otro que, ahora en este momento, no recuerdo.

Pero ocurrió que pronto comenzamos a oír hablar de un Comité de Expertos y un Comité Organizador para la celebración de los actos del 50 Aniversario. Y nosotros, a decir verdad, no nos sentíamos representados entre esos organizadores. Como no podía ser de otra forma, tuvimos que dar marchas atrás a nuestros proyectos, no queríamos entorpecer a las personas que habían sido elegidas oficialmente para la organización del cincuentenario.

Ante estos acontecimientos, mis amigos y yo, estábamos un poco frustrados ¿Por qué no escribimos unos folios sobre nuestra llegada a Santa Anastasia en 1959? La idea es buena, escribiremos unos folios, haremos fotocopias y les pondremos un canutillo. Pero los folios fueron aumentando. Los fotocopiaremos y les pondremos un lomo, que quedará más bonito. Pero los folios fueron aumentando…….Me sentía desbordado fotos y más fotos, folios y más folios, testimonios de unos y de otros… Jesús, yo quiero que aparezca el relato de mi familia. Jesús, yo quiero……. escuchaba entre los vecinos y vecinas de Santa Anastasia. Me aterrorizaba la idea de pensar que se iba a convertir en un libro, por el temor a poder defraudar a la gente.

¡Venga Jesús que tú puedes, me decían mis amigos y familiares! Otros no estaban tan animados. Y tan bien oía él tan repetido ¿Cómo lo llevas? Había días que escribía muchísimo, pero otros días encendía el ordenador y no avanzaba nada. Entonces quería abandonar la idea de escribir el libro. Mis amigos y familiares eran los que más me animaban a retomarla.

Y poco a poco se fue convirtiendo en un libro de más de 400 páginas. Y ahora ¿qué? Tengo fotografías antiguas, tengo textos, tengo relatos………………Un día un familiar me dijo: Jesús el libro tiene que estar terminado para febrero y hay que intentar que lo publiquen a lo largo de este año. Yo estaba muy reticente. ¿Un libro mío publicado? No sé yo. Sí, el libro tiene que publicarse y aprovechar como excusa el 50 aniversario, a la gente de Santa Anastasia le gustará.

En febrero lo terminé de redactar, en marzo fui a hablar con Mariano Berges, Jefe del Gabinete de Diputación de Zaragoza y le emocionó el proyecto y la idea. Tardaba en llamarme, pero yo estaba tranquilo……un día, me llamó y me dijo: Felicidades, Jesús, este libro verá la luz, y lo editará esta Institución.

Luego vino la maquetación, las primeras pruebas, el título, la portada, la introducción, la dedicatoria……. y por fin en el mes de julio, mi hermana Isabel me llamó por teléfono: - Jesús el libro ya está y hay que ir a buscarlo. Hubo un silencio y ninguna palabra más. Los dos sabíamos lo que esto significaba. Un montón de sentimientos inundaron mi mente, pero todos del pasado.

Más adelante, escribiré en el blog varios artículos: él por qué del título, él por qué de la portada y contraportada, él por qué elegí el 12 de septiembre, anécdotas en la escritura del libro, y también colgaré el discurso tan cariñoso que leyó mi hermana sobre mí, y por supuesto, el mío.

Ha habido gente que me ha planteado, que podíamos organizar una charla-coloquio en el Salón Polivalente, para debatir, opinar, recoger opiniones y explicar un poco la historia de este libro.

Para finalizar, quiero felicitaros a todos. Muchísimas felicidades a los vecinos y vecinas de Santa Anastasia, amigos y amigas, a todos los que habéis leído el libro, a todos los que me acompañasteis esa tarde del 12 de septiembre, por que todos vosotros sois los verdaderos protagonistas de este libro.

Sin vuestros relatos no hubiese existido este libro, sin vuestra lectura este libro pasaría al anonimato, sin vuestra presencia no hubiese sido lo mismo esa tarde en la presentación, porque vosotros fuisteis los que la hicisteis especial. Y recordar, que yo sólo he sido un mero transmisor de la historia de Santa Anastasia a través de vuestras voces.

Muchas gracias por haber creído en mí.


lunes, 14 de septiembre de 2009

PRESENTACION LIBRO

No quiero ser el protagonista del libro, el protagonista debe de ser mi Santa.
Pongo uno de los muchos comentarios, que he recibido desde el sábado por la tarde, gracias a todos.



¡ Y llegó el gran día......!

Hoy me han vestido de fiesta. Me han limpiado, me han puesto un escenario, megafonía, mesas, sillas.... en definitiva, me han puesto “bonita” para la presentación del libro “Santa Anastasia – Sin caer en el olvido” de Jesús Lasobras Pina. Según he oído, este libro es una recopilación de textos, fotografías antiguas y relatos contados por las familias de Santa Anastasia, que retrata lo cotidiano durante los 50 años de historia de este pueblo y de su gente.

Poco a poco la gente se fue adueñando de mis baldosas, de mis jardines, de mi sitio. La gente más mayor fue llegando pronto y se aposentó en las sillas entre las primeras filas. La gente más joven utilizó los bancos, la fuente... más de 500 personas se congregaron en mi entorno, cuyas edades oscilaban entre los dos meses y los ochenta años.

Había gente que me resultaba conocida, pues eran vecinos y vecinas de Santa Anastasia, pero también había gente venida de otros sitios para la celebración de este acto, de Zaragoza, de Ejea, de Tauste, de El Bayo, de Farasdués, de Tudela............... en fin, muchos amigos y amigos de Jesús Lasobras, autor de este magnífico libro, que no quisieron perderse un día tan importante para él.

Puntual y cómo debe de ser comenzó el acto. El reloj de la torre de la iglesia daba las siete campanadas y seguidamente empezaría la tan esperada presentación.

Primero habló Eugenio, alcalde de este pueblo, dando las palabras de bienvenida. Después Alfonso Cortés, comisario del 50 aniversario de la llegada de los primeros colonos, que explicó los diferentes actos de este aniversario. Seguidamente habló Isabel que hizo una presentación muy cálida y cariñosa de su hermano. Y por fin habló el verdadero protagonista: Jesús Lasobras Pina, que hizo un resumen de la historia vivida durante los 50 años que ha vivido en Santa Anastasia. Nos contó el pasado, el presente y quién sabe si parte del futuro. Muchos aplausos y gritos de ¡bravo!. Finalizó el acto Javier Lambán, presidente de la Diputación de Zaragoza y alcalde de Ejea de los Caballeros, que realizó un resumen de su actividad política, asociativa y agraria.

Finalizado el acto, se procedió a repartir un ejemplar del libro por cada casa de Santa Anastasia. La gente estaba encantada ¡qué bonito!, ¡todo lo que dice es verdad¡, ¡qué libro más agradable!, eran las palabras que se escuchaban entre la gente que estaba aquí.

Prácticamente todo el pueblo felicitó a Jesús, por su libro, por su saber estar en el pueblo, y por todo lo que ha hecho por él.

Yo también quiero felicitarte, porque cómo bien dijo tu hermana Isabel, “al escribir este libro has pasado a formar parte de la historia de Santa Anastasia......hoy, te conviertes en el primer cronista oficial de este pueblo.......dentro de 50 años cuando se celebre el centenario de la llegada de los primeros colonos, su cronista tendrá que decir que toma el relevo a Jesús Lasobras Pina”.

También quiero mostrarte mi satisfacción por nombrarme en tu libro como “nuestra joya”. Tu ya sabes que yo he sido lugar de juegos, de charradas, de bailes en los porches, de bar, de encuentro a la entrada y salida de la iglesia, de reunión de los más mayores, de celebración y hoy he sido escenario de este acto. ¡Nunca habrías podido elegir mejor sitio!.

Vecinos y vecinas, amigos y amigas de Santa Anastasia, estoy segura que quieren darte las gracias, por todos los momentos que les has ofrecido en tu andadura durante los últimos 50 años.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

LOS VAREADORES

Hoy quiero contaros, algo que hacíamos en casa, teniamos los colchones de lana y había que varearlos cada dos años, más o menos.
Había vareadores que iban por lo pueblos, pero yo recuerdo a mi madre, haciéndolo ella misma.
Por la mañana te sacaban de la cama con más brío que de costumbre, había que varear el colchón de lana.

Se vestían con las ropas más viejas y una toca en la cabeza, la lana sacaba gran cantidad de polvo.
En el corral o en la calle, justo en el hueco de la puerta del corral, una vez lavada y secado la lana llegaba el momento de varear, y aquello tenía dos componentes inseparables, que por una parte proporcionaban placer y por otra cansancio y dolor de manos. Sobre una colcha vieja o una sábana te colocaban el montón de lana apelmazada por el lavado y te daban una vara, para que golpeases todos aquellos bolos de lanas, que saltaban asustadas al sonido de los golpes, del viento cortado por un latigazo.

La técnica parecía sencilla, pero tenía su rito particular, de cara a obtener la máxima eficacia con el menor desgaste, y que además los trozos de lana no saliesen volando por el aire sin rumbo aparente. Pues eso, que al principio la situación se antojaba apetecible. Envidiabas el estilo de los mayores y los botes que generaban en el montón de lana y sentías ansias por hacerte cargo de la vara y de la responsabilidad de conseguir la esponjosidad plena de aquel mullido de animal. ¿Puedo? ¿Puedo?, le preguntaba a ni madre, y entonces con cierta condescendencia te ofrecían el mando de la operación. Te sentías importante y al instante estabas dando varazos incontrolados contra aquello que no se quejaba. El sonido de la vara rasgando el aire era casi musical y apenas sin darte cuenta te encontrabas descargando furias y adrenalina contra enemigos imaginarios y reales. Lo cierto es que el ejercicio liberaba no pocas tensiones y salían asomos de agresividad infantil contra Don Domingo, el maestro que llevaba en su vara restos de las palmas de las manos, o contra los mayores, que siempre aparecían a quedarse con el balón cuando estabas en lo mejor de un partido en el vago de Gayán.

A fuerza de varear y varear, las bolas de de lana se iban haciendo cada vez más huecas y volátiles, varazo tras varazo conseguíamos espabilarla, desentumecerla y esponjarla. Algunos trozos se alzaban haciendo dibujos y descendían a cámara lenta para cruzarse con los que ya venían de camino al cielo. Y a fuerza de varear y varear, la mano empezaba a darte también la vara, enrojecida y con alguna que otra ampolla.

Al cabo de una hora, estabas harto de la vara, y querías que aquello acabase pronto, pero siempre había alguien que decía: tú dale, que cuanto más le des, mejor vas a dormir después. Ese era el momento en que echabas más de menos el partido en el vago, con mayores incluidos.
Pero, aunque podía seguirse con aquello hasta el infinito y más allá, llegaba un momento en el que mi madre decía vale y se recogían las varas y las ampollas hasta mejor ocasión. Ya sólo quedaba meter de nuevo la lana en su funda y coser el colchón con unas agujas largas y curvadas que nunca me dejaron utilizar. La Felisa “La muerma”, ayudaba a mi madre a coser el colchón. Aquella noche dormías en una nube, con las manos doloridas, satisfecho, acurrucado en el nido que se formaba bajo tus sueños.

Con el tiempo, apareció la voz de el “Colchonero laneroooooo” “compro colchones de lanaaaa”, “cambio colchón de lana por uno de espuma” ,iba y por las calles con su furgoneta y se llevó aquel colchón, con todos sus espíritus y el final de tantos y tantos cuentos.

Después de él, en efecto, llegaron otros de espuma , los pikolines, los flexes, los de muelles, . y ahora, en que los estudios sobre la importancia del bien dormir nos han aconsejado de casi todo; la rigidez, la blandura, el término medio, las láminas, la madera, el soporte lumbar... uno no sabe con qué colchón quedarse para regresar a aquella sensación de la lana recién vareada.

Los que duermen igual sobre lo que sea, donde y cuando sea, sepan que están eximidos de comprender nada de lo que aquí se relata. Pero tú, que andas persiguiendo con tu espalda, el descanso perfecto, sin que sea eterno, comprenderás que te diga cuando estoy a punto de presentar el libro “Sin caer en el olvido” que los recuerdos me llevan a aquellas mañanas en las que te veías con una vara entre las manos intentando convertir jirones de lana en copos de algodón.

Todo queda lejano, pero a buen seguro que en más de una ocasión, en esas en que no paras de dar vueltas por la noche, te da por pensar en el viejo colchón en el que parecía no dolerte nunca nada. Donde tus huesos y tus pensamientos sólo se echaban a dormir.







lunes, 7 de septiembre de 2009

FLOJO COMIENZO DEL SANTA

El Santa no pudo puntuar en el inicio ligero, una actuación bastante casera del árbitro que señaló nada menos que tres penaltys a favor de los locales, expulsando además al jugador del Santa, Mariano Abadía.
El Santa alineó a: Luis, Antonio, lasobras, Melero,Viartola, Abadía, Gil, Moski, Adrián, Jorge y Víctor y Camacho.
También jugaron: Caraballo y Arduña.
Los goles del Santa fueron marcados por: Jorge, Camacho y Caraballo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

PRESENTACION LIBRO

En respuesta a alguna de vuestras preguntas, indicaros que la presentación del libro, esta prevista el próximo sábado día 12 a las siete de la tarde, como en la revista AYER Y HOY, indican que es a las siete y media, esperaremos un poco para comenzar.
Por cierto, os espero a todos.
Powered By Blogger