HOMENAJE AL ALCALDE, CONCEJALES Y FUNCIONARIOS

El pasado viernes día 16 de abril, el Ayuntamiento de Ejea rindió un pequeño homenaje a los miembros de la Corporación y empleados, asesinados tras el levantamiento de 1936.

Una vez restablecida la normalidad democrática, y como miembro de la primera corporación democrática salida de las urnas, en aquella fecha histórica del 3 de abril de 1979 quiero unirme desde aquí al citado homenaje.

Mª Jesús Sancho, hija del Alcalde asesinado, fue durante muchos años vecina de Santa Anastasia.

El texto y las fotografías, corresponden a la web del Ayuntamieno de Ejea.

El Ayuntamiento de Ejea rinde homenaje al alcalde, concejales y funcionarios asesinados tras el Golpe de Estado franquista de 1936.
A través de la colocación de una placa conmemorativa en el interior de la Casa Consistorial
El Ayuntamiento de Ejea homenajeó el pasado viernes 16 de abril, en la Casa Consistorial, al alcalde, concejales democráticos y funcionarios o trabajadores municipales asesinados tras el Golpe de Estado franquista o levantamiento anticonstitucional de 1936. Este homenaje, aprobado por el Ayuntamiento de Ejea en Pleno celebrado el pasado 5 de abril, recogía, entre otras actuaciones, este acto consistente en la colocación de una placa conmemorativa en el interior de la Casa Consistorial.

Además en la propuesta se aprobó la nominación de una calle, parque, avenida o plaza de esta villa con la inscripción de “3 de abril de 1979. Primeras elecciones democráticas”, como hito histórico de homenaje a la fecha de celebración de dichas elecciones y de recuperación e impulso a la democracia municipal, y el instar al Gobierno de España y a su Ministerio de Administraciones Territoriales a impulsar y acelerar la tramitación legislativa y su posterior promulgación de la “Ley Básica del Gobierno y la Administración Local”, que sirva para abrir una nueva etapa de impulso al municipalismo, como tercer pilar constitucional del Estado.

Texto Moción aprobada en Pleno de 5 de Abril de 2010:

Un signo de salud democrática en un ayuntamiento es su capacidad para reconocer los hitos del municipalismo tanto a lo largo de su historia como en los tiempos que corren.

A nuestro entender, en el Grupo Municipal Socialista, valoramos tres momentos de sumo interés en la historia del municipalismo ejeano. El primero se produjo en abril de 1931, el segundo en el mismo mes de 1979 y el tercero lo estamos construyendo entre todos en la actualidad. Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 no sólo significaron en España un cambio de régimen dos días después. Efectivamente, el día 14: cayó el denostado sistema monárquico de Alfonso XIII que había bendecido la “Dictadura de Primo de Rivera”, pero sobre todo, alumbró uno de los periodos más lúcidos y preclaros de la democracia municipal.

Aquellos comicios de abril de 1931 trajeron consigo las experiencias más contundentes de progreso municipal y de bienestar para los pueblos de España. Aquí, en Ejea de los Caballeros, el alcalde y su corporación impulsaron y llevaron a la práctica múltiples avances sociales. Entre ellos cabe destacar la puesta en marcha de diversos equipamientos y programas docentes, el desarrollo de importantes infraestructuras viarias, varios instrumentos de acción social, como la “Bolsa de Trabajo” y el impulso a proyectos supralocales de obras hidráulicas como el Pantano de Yesa y el Canal de las Bardenas. Pero sobre todo: practicaron un compromiso como nunca en la defensa de los intereses públicos. Con su permanente reivindicación de la devolución del patrimonio comunal esquilmado al municipio, demostraron un carácter ético inconmensurable como pocas veces se ha producido en nuestra historia.

Lamentablemente aquellos progresos de los años republicanos fueron vilmente truncados por los sucesos trágicos de 1936. Aquel Golpe de Estado criminal se llevó por delante los mejores hombres que gobernaban nuestro municipio. El alcalde y siete concejales fueron asesinados en Ejea y apenas se les ha recordado y rendido el homenaje público y democrático que merecen como defensores de la libertad, la igualdad y el progreso social.

También procede que no olvidemos a los funcionarios o contratados laborales que trabajaban en la administración local ejeana y que también fueron asesinados. Por todo ello cumple que ahora los recordemos, recuperemos su memoria histórica y lo expresemos públicamente de forma permanente. El alcalde Juan Sancho García, los concejales Marcelino Alayeto Romeo, Victor Arbués Arbués, Bruno Abadía Usán, Ventura Blasco Racaj, Manuel Jiménez Aranda, Carmelo Jiménez Pallarés y Mariano Montañés Longás y los funcionarios o trabajadores laborales José Aranda Sanz (contable), Mariano Arilla Lozano (vigilante), Felipe Arrudi Bailo (oficial de recaudación), Daniel Castaño Hernández (oficial de montes), Victorino García Ruiz (cabo de los serenos), Vicente Jordán Anaya (escribiente), Mariano Millas Sagaste (vigilante), Cristóbal Félix Nogué Benavides (médico), Pío Palacín Nasarre (jefe del servicio de montes), Pedro Sancho Malgor (administrador del matadero) y Miguel Sarría Guillemes (portero). Descansen todos en paz y que la tierra les sea leve.

A aquel magnicidio le sucedieron 40 años sin democracia municipal, de dirigismo centralista y de falta de libertades, que poco merecen ser destacados en los anales de nuestra historia local.

La transición democrática de finales de los setenta, conllevó la recuperación de la democracia municipal y aquel 3 de abril de 1979, fecha de las primeras elecciones democráticas, tras la promulgación de nuestra Constitución de 1978, significó un segundo impulso al municipalismo y el arranque de la importante labor que todos los Ayuntamientos desde esa fecha han realizado.

Más de treinta años de grandes avances que nuestra retina conserva y que cualquiera puede narrar. Avances sustanciales en los desarrollos urbanísticos, en los equipamientos e instalaciones públicas, en el desarrollo industrial y en la trasformación agropecuaria, arrancaron de aquella fecha del 3 de abril de 1979. Al mismo tiempo que se consolidaban los propios ayuntamientos como pilares institucionales del Estado y se avanzaba en la democracia municipal, también se sentaron las bases del diálogo permanente, la participación, la tolerancia, el compromiso, la responsabilidad, el bienestar y el progreso.

Cumple por ello que dicha fecha la recordemos de forma permanente, porque en ella se encuentra el origen del actual periodo de normalización democrática que nos toca vivir. Contenidos, todos estos, que ya tratamos y recuperamos en la moción aprobada por este pleno corporativo al celebrarse el trigésimo aniversario de las primeras elecciones democráticas en abril de 2009.
Pero recorrer los hitos históricos de nuestra democracia municipal no debe ser un recuerdo vano, sino una reflexión meditada que nos proyecte a ambicionar nuevos desarrollos de la acción municipal, en nuevas condiciones que mejoren los recursos y las posibilidades de avanzar.

Bien es cierto que en los últimos ejercicios hemos recibido, por parte del Estado, sustanciosos fondos económicos (FEIL, FEELS) que han servido para impulsar diversos proyectos. Pero todos estamos de acuerdo en que debemos dar un salto hacia delante, contando con más y mejores niveles de financiación local y con un marco más claro y concreto de nuestras competencias municipales.

Por todo ello precisamos una nueva norma que mejore la actual Ley de Bases de Régimen Local, que delimite nuestras competencias como tercer pilar del Estado frente/junto a otras administraciones que se han desarrollado en las últimas décadas, como son las Comunidades Autónomas, y por supuesto, una nueva ley del gobierno local que posibilite la mejora de recursos económicos para los Ayuntamientos.